lunes, 22 de noviembre de 2010

¡Qué carácter!


Gustavo demostró desde chiquitito saber lo que quería y poner todo de su parte para lograrlo.
Alrederor de 1984 aparecieron las primeras computadoras personales.Su papá,Tito, siempre interesado en la tecnología compró una máquina chiquita, pero que era una novedad en el mercado. La trajo a casa y se utilizaba como monitor el televisor.
Para Gustavo esto tuvo un fuerte impacto, yo diría que fue amor a primera vista.Rápidamente aprendió a usarla y con los pocos pesos que lograba ahorrar( y la complicidad del padre) se compraba las revistas que aparecían y que lo ayudaron a aprender el manejo de la máquina y variados programas.
Al año siguiente, ya esta máquina le quedaba chica, quería cambiarla por una de las nuevas que iban apareciendo y que eran mucho más completas. Soñaba con una MSX, tenía la foto pegada en la carpeta de la escuela y la miraba con anhelo. La maestra nos llamó para decirnos que lo veía un poco triste, quería saber si en casa había algún serio problema familiar.
¡Cómo explicarle a la maestra!!!
Estaba cursando sexto grado , era un buen alumno pero no se destacaba, en realidad cumplía con lo necesario. Yo tuve una pésima idea, esas estupideces que a veces cometemos las madres cuando no pensamos seriamente lo que vamos a decir.
Le ofrecí que si llegaba a fin de año abanderado en la escuela, le compraríamos la máquina que deseaba.
Fue a la escuela y se lo comentó a la maestra, y recibió como respuesta que no tenía posibilidades, que había veinte compañeros antes que él para recibir la bandera.Llegó a casa muy angustiado y llorando.
Ahí caí en la cuenta de lo que yo había hecho y le dije que no importaba, que cuando pudiéramos económicamente comprarla lo haríamos igual. No era fácil , en esa época eran artículos casi suntuarios.
Gustavo no me contestó nada, pero se dedicó a estudiar y se esforzó tanto que a fin de año tuvieron que ponerlo como escolta de bandera y en 1986 cursando 7° compartió la bandera con el abanderado oficial porque lo mereció.Y por supuesto tuvo su bien ganada computadora.
La foto que ilustra esta página fue la llave que le abrió la puerta en la escuela secundaria.Se ingresaba a la escuela técnica por sorteo y por supuesto no salió en el grupo de ingresantes,fui con la foto a ver al director de la ENET y después de conversar media hora accedió a darle la vacante en la escuela que le permitía el paso para llegar a su objetivo final:ser Ingeniero en sistemas.


TORTA 1-2-3-4

INGREDIENTES:
1 pote de 200g de crema
2 potes de azúcar
3 potes de harina leudante
4 huevos
Esencia de vainilla

Batir ligeramente los huevos, agregarles el azúcar, la crema , la esencia de vainilla y la harina leudante.
Colocar en un molde enmantecado y enharinado.Llevar al horno
Importante: sacar del horno y dejarla enfriar antes de comerla!!!!!

domingo, 7 de noviembre de 2010

La tía Rebeca


Ella era así....tan especial, tan distinta, tan querible.
Era la tía modista-peluquera, porque cuando éramos chiquitas, ella era la que nos hacía los más primorosos vestiditos, la que nos cortaba las mechas,la que no hacía diferencias entre sus hijas y sus sobrinas. Ella era como una hermana con mi mamá, y a pesar de ser cuñadas, compartían alegrías y tristezas.
Y así crecí queriéndola entrañablemente, y ya de grande y casada fue un apoyo importante en los peores momentos que tuvimos que atravesar, siempre estaba al lado nuestro, siempre nos amparó y nos dio lo mejor de ella misma.
Cuando nos fuimos a vivir a Ituzaingó, ella tenía su precioso departamento en el centro de la capital,pero no quizo estar lejos, y sin titubear lo vendió y se compró una casita a la vuelta de nuestra casa.
Por las tardes, siempre tenía preparado algo rico para la hora de tomar la leche y aparecía con la bandeja con sus tortas o masitas o nos invitaba a su casa, esa vereda era como un pasillo que nos unía, los chicos iban y venían sin problemas.
Martín era chiquito, tenía alrededor de tres años, en ese momento era el menor y sufría el tener dos hermanos mayores , no siempre se le podían dar todos los gustos y a mí como mamá me tocaba ponerle los límites. El rol de madre no siempre es simpático, los abuelos pueden malcriar y no hay problemas y la tía abuela con más razón todavía.
Esa tarde, ya no recuerdo cual fue el conflicto, pero el muchachito sintió que la situación lo superaba y tomó un bolsito que usaban para jugar, guardó algunas ropas y juguetes y sin mayores explicaciones partió raudamente para la casa de la tía, que lo recibió con los brazos abiertos y algunas golosinas. Y no volvió.... yo esperaba, seguí esperando y cuando la angustia me sobrepasó fui a buscarlo y lo encontré muy contento y sin intenciones de volver al hogar abandonado.
Finalmente nos reconciliamos y nos volvimos juntos y abrazados pero quedó demostrado que tenía su carácter y que buscó refugio con la tía abuela que lo adoraba y lo llamaba :"Mi Alain Delon".


KNISHES

MASA:
300 gramos de harina
1 huevo
2 cucharadas de aceite
Agua tibia con sal

Tamizar la harina y agregarle el huevo y el aceite, con el agua y la sal formar una masa no muy blanda, pero que se pueda estirar fácilmente.Dejar descansar.Estirarla bien fina.

Relleno:
1 1/2 kg de papas
1 kg de cebollas
Aceite
Sal y pimienta

Hacer un puré con las papas hervidas.Picar las cebollas y freirlas. Unir el puré con las cebollas, agregar sal y pimienta.
Estirar la masa bien fina y colocar el relleno en el borde,a lo largo.Enrollar, cortar trozos con el canto de la mano y formar pequeños bollos. Llevar a horno mediano, hasta que se doren.

ACLARACION:1) La vida moderna nos permite comprar tapas de tarta hojaldradas para no hacer la masa.
2) Al puré las abuelas le agregaban a gusto chicharrones de grasa de gallina y trocitos de piel ( si las abuelas vieran los knishes light de la actualidad, podrían volver a morirse de susto).